En estos procesos me he basado tanto en interpretar sucesos y escenas cotidianas de la vida,  así como en crear también personajes y elementos imaginarios,  rodeandolos  de atmósferas cromáticas y simbólicas voy construyendo, deconstruyendo y organizando el cosmos que rodea  este conjunto.  

He observado que algunos sucesos cotidianos de la vida,  por sencillos que parezcan, entrañan cierta complejidad.  

En algunos personajes y elementos que  interpreto veo y siento cierto matiz  psicológico-social que determina su manera de estar y funcionar dentro de nuestra sociedad según la actividad a la que se dediquen o estén realizando en ese momento en que los observo.  En este rol social, los personajes, elementos y observador, estamos situados en un entorno que nos influencia directamente, somos parte de un entramado social de circunstancias que nos moldean y transforman. Estas circunstancias dadas por el momento geográfico político y social al que pertenecemos nos transmiten información,  la cual filtramos y proyectamos con actitudes formas y expresiones.

Creo que filtrar estos acontecimientos nos lleva a pasar por una especie de  metamorfosis constante en la que nos destruimos y reconstruimos constantemente. Dejamos de ser para volver a ser, renovándonos en nuevas y cambiantes estructuras vivas. 

Debes estar preparado para arder en tu propio fuego: ¿Cómo podrías renacer sin haberte convertido en cenizas?   ( Así habló Zaratustra. Friedrich Nietzsche.)

Quiero investigar precisamente en este campo, el de los cambios con respecto del tiempo y de cómo el mundo de hoy en día nos plantea cambios a un ritmo vertiginoso y cada vez más rápido. De cómo la tecnología, la educación el trabajo, la economía nos influencian de manera positiva o negativa en el proceso de esos constantes cambios,  y de cómo nuestras transformaciones afectadas por este ritmo de cambio,  van dando lugar a transfiguraciones de personalidad, de carácter,  de humanidad. 

Pienso que dentro del campo de la pintura todos los procesos son una búsqueda constante para el artista que encuentra su razón de ser en ella, sin embargo en este caso, hago referencia a un estado anímico en particular, La búsqueda de una ventana entreabierta a un nuevo planteamiento estético-espiritual en mi trayectoria.

Creo en que;  buscar y encontrar son en determinados momentos lo mismo, sobre todo cuando se habla de arte, arte para curar, arte para invocar, arte para crecer evolucionar y vivir.

Cuando las ideas pendulan suspendidas en el vacío y se balancean, pareciese que el viento baila con ellas.

envueltas con sabanas geométricas en forma de trapecio

ocupan el lugar en el espejo, reflejo de ayer.